Cantoria, otra vez en el punto de mira: ¿hasta cuándo la familia Cerrillo y su entorno convertirán el municipio en su cortijo político?
Cantoria (Almería) – La historia se repite. Un nuevo vídeo que circula entre vecinos y en redes sociales ha vuelto a situar a la alcaldesa y a su círculo más cercano en el centro de la polémica. En las imágenes, captadas en la mañana del lunes durante las fiestas del pueblo, se observa a dos jóvenes sin camiseta viajando sobre el capó de un vehículo en marcha, en plena vía pública.
Según diversas fuentes locales, uno de los jóvenes sería Antonio Cerrillo, hijo de la actual alcaldesa y trabajador municipal, mientras que el vehículo podría estar siendo conducido por la concejal de Juventud, Laura González (PSOE), identificada presuntamente por un tatuaje visible en su hombro.
El hecho, que se habría producido en pleno centro urbano y a la vista de numerosos vecinos, no solo supone una imprudencia que pone en riesgo la integridad física de los implicados, sino que compromete gravemente la imagen institucional del Ayuntamiento. Más aún cuando los protagonistas están vinculados directamente al gobierno local, bien por cargo público o por lazos familiares.
Desde el consistorio, el silencio ha sido absoluto. esRadio Almería trató ayer de obtener la versión oficial, pero la respuesta fue que “estaban de vacaciones”. Una contestación que, lejos de aclarar lo sucedido, refuerza la percepción de opacidad y de ausencia de rendición de cuentas.
Este episodio se suma a una larga lista de controversias en las que la familia Cerrillo y su entorno han aparecido señalados. Cantoria, un municipio que debería ser ejemplo de gestión y responsabilidad pública, vuelve a ser noticia por comportamientos más propios de un feudo personal que de una administración democrática.
Cabe recordar que el Cantoria FC 2017, club en el que milita el hijo de la alcaldesa, recibirá entre las temporadas 2024/2025 y 2025/2026 un total de 400.000 euros en subvenciones municipales, un dato que añade mayor sensibilidad y suspicacias al suceso.
La pregunta que muchos vecinos se hacen es evidente: ¿hasta cuándo se tolerará que la institución municipal se vea envuelta en comportamientos que proyectan una imagen de impunidad y control patrimonial del poder? Cantoria merece algo más que titulares vergonzosos y silencios institucionales. Merece transparencia, responsabilidad y un gobierno que ponga por delante el interés común frente a los intereses de un clan político.